Con apenas dos juegos de la temporada 2009 de la Liga Mexicana de Beisbol, Vaqueros Laguna nos ha enseñado ya las dos caras que puede mostrar durante la campaña. La nave naranja se alzó con el triunfo en el primer juego ante los Dorados en Chihuahua, y tropezó en el segundo cotejo ante el mismo rival, pero teniendo como escenario el estadio de la Revolución, que registró una entrada de lleno total, y altos índices de audiencia a través de nuestra señal de Multimedios Televisión. Por cierto, les ofrezco disculpas amables aficionados por un comentario que realicé durante la narración del juego; donde me referí al quetzal, como “pájaro de cuatrocientas voces”, haciendo alusión a un poema de Nezahualcóyotl, cuando en realidad, ese poema se refiere al zenzontle, ave nada parecida al fabuloso quetzal con su cola de mil colores. Aprovecho el espacio para hacer la “fe de erratas”, y para pedir disculpas reiteradas; son gajes del oficio.
La nave naranja se mostró de manera diametralmente opuesta durante la mini serie inaugural ante la novena dirigida por “Paquín” Estrada: en el primer partido, la ofensiva fabricó la gorda cantidad de 12 carreras; en el segundo encuentro, sólo 2, y una de ellas gracias a un balk. Durante el primer cotejo, los Vaqueros pegaron 15 imparables; mientras en Torreón, apenas dispararon 6 indiscutibles. De acuerdo, es una cantidad mediana, pero hay que ver, que hasta la séptima entrada, sólo habían conectado 3 incogibles. En el primer juego los naranjas mostraron una cara agresiva, hambrienta de triunfo; para el segundo, el hambre desapareció y vimos a una escuadra que se fue desinflando con el buen pitcheo del rival.
Lo único que se mantuvo en nivel durante los dos cotejos fue el pitcheo; tanto el abridor, como el de relevo. Los abridores (Zambrano y Peña) estuvieron muy descontrolados, y el dominicano inclusive tuvo falta de fortuna, situación a la que no le puede achacar el descalabro, ya que su poco tino en la lomita, fue lo que le llevó a recibir la primera carrera a base de pasaportes, y lo que le obligó a trabajar muchísimos lanzamientos extras a los necesarios. Los abridores deben mejorar bastante, y sólo abrir encuentros si es que su brazo está en ritmo.
El trabajo de bullpen fue muy bueno en ambos encuentros, lo que ilusiona al fanático naranja, sobre todo porque en su mayoría se trata de brazos jóvenes, que se fajan con autoridad en la lomita de las responsabilidades. Lo sucedido con el bateo es algo recurrente en el rey de los deportes, a veces, aunque se tenga a la ofensiva más fiera de la liga, los imparables no se dan, al toparse con un lanzador en gran forma, como fue el caso de Ramón García. De igual manera, se debe trabajar mucho en el bateo, ya que Vaqueros tiene un line up muy balanceado, al que difícilmente se le apostaría que sólo lograse dos carreras en un juego de 9 entradas.
viernes, 27 de marzo de 2009
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